Isabel y César eligieron un 21 de julio para celebrar su auténtica boda heartmade. Curiosamente, un 21 de julio de unos cuantos años atrás se casaron los padres de la novia así que no podía haber mejor día para una celebración igual.
El precioso pueblo de Ayllón fue el lugar elegido como nos cuenta la propia novia: ‘César vivió en Ayllón hasta los 18 años y va mucho, cuando hablamos de casarnos, siempre dijo que la única condición que ponía era que la boda fuese ahí y yo encantada. Además, tenía un plus, poder hacer la celebración en su casa. La ceremonia fue religiosa y la celebración en su casa familiar. Esto fue muy importante ya que la boda, fue más bien una celebración muy cercana y de tú a tú con todos los invitados.
Para su gran día Isabel se puso en manos de Inés Martín Alcade, quién le hizo un vestido de novia muy especial. ‘Yo no tenía muy claro lo que quería, solo que me apetecía ir velada. Es una pasada cómo trabaja ella y su equipo. A la prueba más importante me fui sola, y en cuestión de media hora me habían diseñado el vestido. Las mangas, el encaje, lo cuidadosamente que hacen todo..’
Lució unos zapatos de Gianvito Rossi, pendientes regalo de pedida de los padres del novio, sortija de Barcena con la que César le pidió matrimonio y ese ‘algo azul’ que perteneció a su abuela.
Para el look beauty confió en Rebeca Pulido con maquillaje muy natural y una original coleta baja a la que se le anudó el velo.
‘El camino a la iglesia lo hice andando, es como se hacia antiguamente en los pueblos’ y allí le esperaba César, la madre de la novia vestida de Fernando Claro, la hermana del novio por Inuñez y el resto de invitados.
Después de una ceremonia muy emotiva se desplazaron hasta la casa familiar para degustar las delicias del catering Casa Vallecas. ‘César y yo somos muy foodies y nos encanta salir a cenar y sabíamos que aquí teníamos que sorprender. Hicimos un catering largo con productos muy de la zona con foie, morcilla de Burgos como guiño a mi ciudad, quesos, barras de jamón… Cuando nos sentamos los primeros, los segundos y el postre eran alternos. Y creo que fue un acierto’
Toda la familia se involucró al máximo en la celebración. El jardín estaba precioso con detalles hechos por las madres de los novios y César, arquitecto de profesión, diseñó con mucho gusto toda la papelería de la boda.
En la pista de baile sonó la canción de Somenthing Stupid interpretada a voz y guitarra por el mejor amigo del novio. Y más tarde Hey Mickey y el violonista Pablo Bustos se hicieron con el control de la música y animaron a todos los invitados.
Como detalle para las invitadas eligieron una pulsera personalizada con mensaje de Nat and Belle y para la recena sorprendieron a los invitados con productos típicos de la tierra como bollos preñados y nachos de morchilla.
‘Y como colofón final, llevábamos meses avisando a todo el mundo que tuviera cuidado con la piscina. Yo estaba tan tan feliz que a las 7 de la mañana sin dudarlo, y con vestido incluido, me tiré con todo. Lo mejor fue que la gente empezó a hacer lo mismo y acabamos 20 amigos bailando en la piscina a unos 10 grados.’
Así es como transcurrió su boda, un maravilloso día inmortalizado con las magníficas fotografías que hoy disfrutas en primicia de Daniel Santalla autor de exitosas bodas como la bonita boda Indie en Galicia o la boda de Alma y Álvaro ¡Te encantará!