Nuestra boda real de hoy se celebró en Mallorca, en plena sierra de Tramuntana entre montañas, olivos y ovejas, un idílico paisaje para que Rosa y Fran empezaran una nueva etapa en su historia para dos.
La Finca Comassema fue el lugar en el que sucedieron todos los acontecimientos, un precioso espacio en un entorno rural bucólico en el que el novio llegó en un coche antiguo para esperar la entrada de Rosa que radiante, lucía un vestido de corte imperio con pedrería y delicada abertura en la espada confeccionado en el atelier de Miguel Ángel Company junto a unos zapatos de Lola Cruz y un ramo total white.
Tras la ceremonia, llegó el momento del banquete servido por Santi Taura en el que una gran mesa imperial con toques rústicos, flores silvestres y muchas velas en la que se situaban los chicos a un lado y las chicas al otro tomaba un acertado protagonismo en el jardín.
Con el momento del baile llegó la fiesta entre amigos y familiares donde se pudo disfrutar de la buena música, la buena compañía y de una barra de mojitos y gintonics para dar rienda suelta a la felicidad que desprendía la pareja junto a los suyos.
Una boda en un emplazamiento natural de excepción que el equipo de Díez-Bordons se encargó de captar la esencia y ambientación romántica de una forma fantástica para trasladarnos fielmente la historia de ese día tan especial. ¡Esperamos que os guste!
Wow, you look so happy and what a meaningful wedding it is.
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