‘Empezaré por la fecha, el 25 de julio, que tiene mucho de especial porque la pusimos por el cura. Mi hermano se ordenaba sacerdote en mayo, y era la fecha en la que podría casarnos. Finalmente debido a la pandemia no pudo ordenarse, pero como ya era diácono sí pudo casarnos. Decidimos no cambiar de fecha, ya que había demasiada incertidumbre como para saber cuándo sería mejor, y ya que teníamos claro que lo que queríamos era casarnos como fuera, nos arriesgamos, y salió todo genial.’
.
Así es como Cristina nos empezaba a contar su auténtica boda heartmade, una celebración en tempos de coronavirus muy íntima y con encanto y con sello 100% Galicia.
Para su gran día la novia eligió un vestido de la firma catalana Cortana, un dos piezas compuesto por una falda de lino italiano y un cuerpo de piel de ángel de seda. Como complementos, unos zapatos de Mint&Rose, unos pendientes de Suárez, el solitario de pedida y un anillo de rubí y diamantes que los padres de Javier le regalaron durante la fiesta de pedida. El ramo y el tocado eran de Graellsia y llevó la misma pulsera que en su día su abuelo le regalo a su abuela.
.
Javier por su parte escogió un chaqué de Camille de Le Mans, los gemelos regalo de Cristina y el reloj que le regalaron los padres de la novia. Como ya es tradición en su grupo de amigos, se reunieron en casa del novio para desayunar una cerveza y un sandwich mixto ‘para calmar los nervios‘.
.
La ceremonia se celebró en la Parroquia Castrense de San Francisco, en Ferrol, donde les acompañó un grupo de gaiteros en su salida. Más tarde novios e invitados se trasladaron al Pazo da Merced de Neda para continuar con su fiesta del amor. ‘Al final no tuvimos que hacer muchos recortes, y vinieron en total 180 invitados, pero 3 semanas antes del gran día tuvimos que cambiar el formato de la boda a cóctel y celebrarla en los jardines del Pazo. En este cambio nos ayudaron mucho tanto Iria Casteleiro, que acondicionó diferentes espacios para que los invitados pudieran sentarse, y repartirse para evitar aglomeraciones, y mi amiga Adriana, que trabaja organizando bodas en una conocida finca de Madrid, que se encargó de dejarlo todo precioso con la ayuda de Ai Carmiña para los centros de flores. Hubo tensión por el tiempo, ya que en Ferrol llueve mucho y la boda tenía que celebrarse al aire libre, pero una vez más la suerte nos sonrió e hizo un día precioso de sol’, nos cuenta la novia.
.
El grupo Arko amenizó tanto la ceremonia como el cóctel y Dj Willo fue el encargado de la música del baile. La novia cambió su falda por una de &other stories y eligió unas alpargatas de antelina con plataforma de esparto como detalle para las invitadas. Un día plagado de emociones y sentimientos que nuestro querido Daniel Santalla se encargó de dar forma en bellas imágenes al igual que hizo en otras exitosas bodas como la bonita boda indie en Galicia, la boda de Isabel y César y la reciente boda de Juanon y Lía.
.
.jpg)
