Hay mujeres que desprenden un halo de elegancia natural en cada uno de sus movimientos y expresiones más allá de su propia belleza, como es el caso de Cristina, nuestra novia real de hoy que luce imponente con un atractivo vestido con escote corazón confeccionado en la Fábrica de sueños de Pronovias que se ajusta perfectamente a su silueta.
Igualmente para dar el Sí, quiero a Jordi, al que se prometió con un anillo de la Joyeria Tifany’s y de la que nos declaramos absolutamente fans, Cristina escogió unos unos zapatos azul klein de Lola Cruz junto a unos acertados toques rojizos tanto en sus uñas como en sus labios junto un maquillaje ahumado, todo de Raffael Pagés.
La ceremonia y el banquete se celebraron en la finca Els Comdals de Lleida, un coqueto espacio decorado con acierto por Cal Blay encargado también del catering que tuvo como tercer protagonista indiscutible una vespa roja del 65 restaurada por el novio y con la que la pareja dio un paseo tras la ceremonia.
Los novios se implicaron en muchos detalles de su boda y ellos mismos fabricaron las señales de madera que decoraba todo el espacio, y los troncos de la ceremonia e incluso se encargaron de realizar notas personalizadas para todos y cada uno de sus invitados a los que obsequiaron con cup cakes de Golden Cup Cake.¡nos encanta la idea!
Para inmortalizar su gran día contaron con la gran Mónica Carrera, una estupenda fotógrafa (de la que ya os hemos hablado de su trabajo en el preboda en el lago con unas imágenes preciosas y la boda handmade de Maria y Rubén) que realiza instantáneas tan bonitas como las que os mostramos hoy en el blog y que esperamos que os encanten.
.jpg)
