Tras una petición de matrimonio espectacular en la isla de Mikonos, una pedida familiar con los más allegados y una celebración preboda con vistas al Coto de Doñana, llegó el gran día para Mariló y Manuel, una fiesta del amor en Sanlúcar de Barrameda llena de sentimiento que se convierte por sus maravillosos detalles en nuestra auténtica boda heartmade de hoy.
Una boda que empezó de las mejores maneras, con un desayuno sorpresa preparado por las primas y la mejor amiga de la novia y que siguió mejorando con el detalle especial que le regaló su tía, una medalla de su abuela, que había guardado para entregársela en un momento tan señalado. Tampoco faltó un brindis con sabor a manzanilla en honor de los que faltaban. Por ello y por sus recuerdos, la novia decidió salir desde casa de sus abuelos maternos porque aunque ellos faltasen sus recuerdos la seguían acompañando. Desde allí, pisando con sus sandalias black & white del brazo de su padre y como banda sonora un pito rociero, Mariló llegó feliz y radiante para su Sí, Quiero con Manuel.
Para vestirse de blanco lo tuvo muy claro y confió en las manos maestras de Helena Mareque para diseñar un vestido de novia muy especial de manga larga con un cuerpo trabajado en el pecho con una aplicación de bordado floral que enamora y una infinita cola muy acorde con el tipo de boda que se celebraba en la Iglesia de la Santísima Trinidad en la que la novia forma parte de la hermandad y a la que le une una devoción y una historia familiar.
Como complementos, joyas de la Joyería Matías Lebrón, propiedad del novio, donde destaca un espectacular broche prendido en el central del vestido. Del semi recogido natural se encargó Cristina Luna y del maquillaje, Lourdes Velázquez.
Como complementos, joyas de la Joyería Matías Lebrón, propiedad del novio, donde destaca un espectacular broche prendido en el central del vestido. Del semi recogido natural se encargó Cristina Luna y del maquillaje, Lourdes Velázquez.
Por su parte, Manuel lució un traje azulón con una vistosa corbata y bordados con sus iniciales en los puños de la camisa de la firma Derby 1951, una conocida sastrería sevillana. Como complementos, unos gemelos en blanco, plata y azul, como no podía ser de otra manera de la joyería familiar. La madre de la novia, la madrina y la hermana de Manuel fueron vestidas de José Luis Zambonino
Tras una emotiva ceremonia en la que se oyeron versiones maravillosas a cargo de Guille y Carlos Muñoz, y con lecturas cargadas de sentimiento por amigos especiales en su historia de amor y en su vida llegó el momento de trasladarse al banquete servido por el catering Alfonso en la Dehesa Bolaños.
Un lugar elegante con espectaculares vistas a la Bahía de Cádiz que dio cabida a los casi 600 invitados y que estuvo perfectamente decorado por las flores de Apunto de Boda, encargados también del ramo de eucalipto y espigas de Mariló y en el que, como era de esperar, brilló como nunca la capacidad organizativa de las wedding planners sevillanas Weddings With Love.
Con el banquete llegaron los momentos más relajados y divertidos en con sus seres queridos bajo el son del DJ Rafa Ballestero, también encargado de amenizar la fiesta posterior junto con la vocalista y DJ Priscila Due que dejó boquiabiertos a todos los asistentes. Durante la cena no faltó la entrega del ramo y posteriormente, Mariló y Manuel abrieron el baile con su canción favorita ‘Válgame Dios’ de la gaditana Niña Pastori interpretada por Flamenco de Jerez “Sabor a Plazuela”.
Así es como fue la boda gaditana de esta pareja, felicidad y alegría en estado puro plasmada por los vídeogafos de Love Stories y por la fotografía de Silvia Sánchez asistida por Séfora Trujillo, una elección que Mariló tuvo claro desde el principio de la boda y que acertó de pleno, huelga ver el resultado con las increíbles instantáneas de las que disfrutas en primicia hoy en nuestro portal de bodas.
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