La boda de Anna y Joan en Els Comdals




‘Creo que la mejor manera de empezar a contaros el día más feliz de nuestras es haciéndolo con la historia del vestido. Para ello, me remontaré a un día como hoy; final de la jornada, sofá, manta y dejar la mente divagar… Me pasó por la cabeza buscar qué estilo de vestido llevaría si a Joan se le ocurriese pedirme matrimonio, y me puse a Googlear. Entre enlaces, encontré la página web de YolanCris, y, entre sus vestidos, encontré el de mis sueños. Allí estaba, y se llamaba Pasiflora. Emocionada por la obra de arte que acababa de descubrir, le dije a Joan que ya sabía qué vestido llevaría el día de nuestra boda; él, inmerso en sus libros, apenas levantó la mirada y me respondió que muy bien “por darme la razón” y, sin nada más que añadir, nos fuimos a dormir.’


Así es como se empezó a gestar la auténtica boda heartamde de Anna y Joan, quienes formalizaron su compromiso en el East Side Gallery frente al grafitti del ‘beso fraternal’.



Els Comdals, el Lleida, fue el lugar elegido. Una preciosa masía del s.XV en medio de campos de cultivo y escogieron a The Beatles como banda sonora de todos los momentos especiales de ese gran día.
Mientras que Joan entró del brazo de su madre con la canción de I wanna Hold your hand, Anna se decantó por Let it Be.
Después de una ceremonia muy emotiva en la que sonó Don’t Let Me Down, los novios salieron entre pétalos amarillos, gritos de felicidad, humos de colores y de fondo, All You Need is Love.


Para su gran día Anna completó su espectacular vestido de flecos con una maxi corona de Bloom Bloom Barcelona y unas alpargatas de Castañer regalo de su mejor amigo.


Los novios llegaron a lomos de una Vespa Lambretta y su sidecar con la canción Obla-Di-Obla-Da y el espacio lucía radiante decorado en amarillo por Flor Alba con flores, girasoles, gramíneas y limones al puro estilo Toscana italiana. 





En el salón que llegaron al son de All my Loving, cada invitado tenía un sobre con una dedicatoria quedándoles así un recios único y sincero recuerdo, para siempre. Entre abrazos, lágrimas y rostros de felicidad, de fondo, sonaba Yesterday en su versión piano.


Los decibelios volvieron a subir entre regalos, garrotins personalizados y conciertos improvisados de amigos. Los novios se enfundaron el delantal personalizado y empezaron a repartir los postres mientras de fondos sonaba el clásico Here Comes The Sun.


Y como toda bonita historia, al fin, llegó el baile nupcial en el claustro con la canción Imagine de John Lennon, la favorita de la novia, para dar paso a un wedding lipdub con sus invitados.


Un día mágico que Mònica Carrera inmortalizó con estas fotografías y JM Blanes en vídeo que compartimos en primicia y que esperamos que os gusten.







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