A veces no somos conscientes de cómo ha cambiado el mundo de las bodas de un tiempo hasta ahora. Cuando empezamos a asistir hace más de 10 años a nuestras primeras bodas de amigos como invitadas era impensable cambiar la distribución de las mesas del restaurante o decorar la ceremonia más allá de los centros de flores.
Hace 5 años, con la boda de Confetti Mayor de la que te contamos algunos detalles en Así fue mi boda, si bien la cosa estaba ya un poco más avanzada, ni mucho menos había las posibilidades con las que nos encontramos hoy donde las auténticas bodas heartmade nos tienen completamente enamoradas.
Por eso, más de una vez ante la hipótesis de un “Si me volviera a casar” se nos plantean una serie de aspectos inamovibles acompañados de otros condicionantes que no volveríamos a repetir por nada del mundo. Dejamos para otro post aquello que no cambiaríamos de nuestro enlace para centrarnos en aquellos errores, tras la experiencia y la perspectiva del tiempo, que no volveríamos a cometer.
1. Si me volviera a casar escogería fotógrafo con más calma, eligiendo según el feeling en la reunión y estudiando sus bodas completas más allá de fotografías maravillosas de forma individualizada. Y sin duda alguna, el elegido sería alguno de nuestros fotógrafos favoritos, al que le indicaríamos en una lista para tener bien a mano aquellas fotografías imprescindibles en una boda, al menos para nosotras.
A nosotras se nos quedó una espinita bien clavada con las fotografías de la boda pero menos mal que al final nos ‘desquitamos’ con tres PRECIOSOS postbodas como fueron Let’s picnic, otro de aire vintage y el último en nuestra particular toscana.
A nosotras se nos quedó una espinita bien clavada con las fotografías de la boda pero menos mal que al final nos ‘desquitamos’ con tres PRECIOSOS postbodas como fueron Let’s picnic, otro de aire vintage y el último en nuestra particular toscana.
2. Si me volviera a casar daría un cambio a mi bouquet -que podéis ver AQUI-, encargaría un ramo mutliflor de cualquiera de nuestra sección de los mejores ramos de novia y no me obcecaría en una especie en concreto, tal y como os contamos en las peonías, las flores que no fueron.
Éste sería de tamaño XL y estamos seguras que tendría un toque silvestre y romántico al igual que el ramo de Fátima en su boda en un cortijo cordobés. Una novia con flores de colores es mucho más novia.
3. Si me volviera a casar contrataría el servicio de vídeo para el enlace, para que más allá de imágenes, se encargaran de inmortalizar un first look o quizás un same day edit y no perdiera detalle de todos y cada uno de los invitados y de los momentos más divertidos y emotivos. Bailar junto a confetti menor en la entrega del ramo al son de Single ladies de Beyoncé debería haber quedado inmortalizado. Y por supuesto, los momentos de preparativos en casa como en la boda de Raquel en la Sierra de Guadarrama no faltarían.
4. Si me volviera a casar dejaría atrás el escote corazón descubierto para dar paso a un vestido de manga larga de guipur, chantilly o encaje para dar ligereza al diseño, como el vestido de Laura para su boda asturiana en el Palacio de Meres. Un menos es más en toda regla.
5. Si me volviera a casar contrataría el servicio de wedding planner para disfrutar de la organización de una forma mucha más relajada y centrar todos los esfuerzos en lo verdaderamente importante mientras el profesional se encarga de dar el toque que buscas al conjunto, esta vez sin duda tendría un aire boho folk como el de la editorial Otoño en poesía.
Y tú,
¿qué es eso que cambiarías
si te volvieras a casar?
¿qué es eso que cambiarías
si te volvieras a casar?
Muy de acuerdo con todo. Además añado que, la haria de tarde-noche y no de mediodia.
Si me volviera a casar, intentaria disfrutar mas del aperitivo! Que todo el mundo diga que fue espectacular y tu solo probaste 3 tapas…
Me he casado recientemente y lo primero que haría es valorar bien las opciones del lugar, sin dejarme encandilar por el primer sitio que viera. Tres imprescindibles para ello: que signifique algo para nosotros (lugar con feeling), buena accesibilidad para todos los invitados y un plan B perfecto (para ceremonia, pica-pica, comida – cena y baile). Mi boda rozó el desastre debido a una deficiente organización y readaptación a los imprevistos por parte de los profesionales del sitio elegido y, por una infraestructura limitada a más no poder y no porque fuera cualquier lugar, ni mucho menos económico.
De todos modos, puedo decir que finalmente fue un éxito gracias exclusivamente a dos ingredientes fundamentales y que tendemos a olvidar: la felicidad que transmitimos mi marido y yo y la alegría extrema que desprendían nuestros invitados.
Sugerencia para un post: ¿qué hacer cuando tu boda no resulta ser la boda que esperabas?
Felicidades por el blog!
ANDREA