“Nubes y flores de muchos colores,
nieve de fresa y de todos sabores,
muchas mascotas en un gran jardín,
con esas cosas yo soy muy feliz”
Suponemos, al igual que nos ocurre a nosotras como lectoras asiduas de otros blogs, que de vez en cuando os gusta saber quién está detrás de la pantalla de vuestro ordenador, y que a pesar de que no podamos tener un contacto real, ciertas confidencias puedan hacernos mucho más cercanos. 🙂
Así que el post de hoy empieza con el trocito de la letra en español del musical Sonrisas y lágrimas, que todo sea dicho nunca entenderemos cual fue la base científica para traducirla de su nombre original “Sound of music”, ya que si
hay una cosa que nos define a las Confetti, a pesar de nuestras graaaannndees diferencias es la música y nuestra relación amor-odio con ella.
Ya os hemos contado en más de una ocasión lo porculeras que llegamos a ser de pequeñas, por lo que consecuentemente teníamos una agenda repleta de actividades varias: la clase de manualidades con la Susi, el esplai, teatro, ballet, jazz, natación, patinaje, tenis… fueron algunas de las actividades que nos acompañaron en nuestra etapa extraescolar, pero la estrella de todas ellas fue sin duda alguna “Las clases de música en el Conservatorio”.
NO relataremos con pelos y señales las peripecias que vivimos a la espera de que madre Confetti nos vinera a recoger en la escuela municipal (justo encima de la policía local) haciendo los deberes deprisa y corriendo
después de una jornada agotadora de clases de solfeo + canto + instrumento musical, pero la verdad es que era para vernos por un agujerito.
Pero a pesar de todo ello, la música también ha acompañado de forma positiva y alegre nuestra infancia y adolescencia, retos musicales a grito “pelao” grabados en cintas de cassette serán dignos de recordar por muchos años, nuestra canción de ‘El gato en el tejado’ aún nos hace descojonarnos reírnos mucho y nuestros duetos Disney o de cualquier otra película musical eran, casi casi, de estreno en la Gran Vía.
Así que como podéis imaginar una de las películas que hemos llegado a ver interminablemente (lo de Confetti mayor con Lo que el viento se llevó ya os lo contamos en otro post) ha sido Sonrisas y Lágrimas, una de las poquísimas películas en la que Confetti menor no se ha abandonado en los brazos de Morfeo.
No deja de ser una película infantil pero también está llena de grandes consejos. Uno de ellos nos invita a que cuando estemos tristes o tengamos miedo no hay nada mejor que recordar aquellas cosas que te despiertan una sonrisa para sentirte mucho mejor.
Así que hoy después de habernos “destapado un poco”, os dejamos con nuestra versión musical de aquellas cosas que nos hacen feliz y un vídeo para que le pongáis música:
“Regalos bonitos envueltos con blondas,
bigotes, sombreros y pajitas rosas,
Mies van de Rohe y Antonio Gaudí
con esas cosas yo soy muy feliz.
Los jerseys abrigados y el magret de pato,
las botas de agua y los helados
el vino de Chianti y las rosas en abril
con esas cosas yo soy muy feliz”
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¿Nos ayudáis a completar la listas de cosas
que nos llenan de felicidad?
¿Y a ti, qué te hace feliz?
¿Y a ti, qué te hace feliz?
Besos de confetti*
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Los labios rojos,
las birras con amigos,
el frío en la cara,
un libro en el sofá,
una cena con Confetti mayor! 😉
Es una pregunta muy complicada pero diré una cosa que me hace feliz: recordar la infancia. Hoy os tengo que dar las gracias a vosotras
Gracias por compartir vuestras sensaciones positivas! 😀
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Blog moda, tendencias y eventos
oh! Pues a mi me encantan los rayos de sol, el chocolate caliente, los calcetines!! Las manualidades, los tulipanes, las cosquillitas! Jo que guay vuestro post de hoy!
¡Cuánta razón!
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