Lo esencial en las bodas

Hace poco nos preguntaban qué es
lo que no debe faltar en nuestras auténticas bodas heartmade, aquello que identifica las bodas que día a día
nos acompañan en el blog y que nos encanta descubrir mano a mano junto a
vosotras.

Porque si hay algo que identifica a todas y cada una de
ellas es que son capaces de disparar directamente al corazón, más allá de
presupuestos, protocolos, imposiciones y tabúes. Son bodas para sentir(te) de
forma especial y única, celebraciones que hacen que cada vez que pienses en
cada instante de lo ocurrido un hormigueo
recorra tu cuerpo para transformarse en una sonrisa.

Porque si hay algo que hace una boda sea única es que seas
tú misma, sin disfraces ni armaduras, ese día te mereces deslumbrar con tu
esencia, esa por la que te quieren los de siempre y que saben que si decides
llevar una corona de plumas como Mariana en su boda
indie es porque arriesgar, y mostrar tu lado salvaje, es parte de ti.

Pero tampoco es necesario que te vistas con protocolos ni imposiciones, ni tan siquiera de blanco y si te ves de
novia con camisa blanca y una falda de tul, como Jessie y su boda
informal, sin duda alguna puedes brillar
con luz propia.

El amor
es amor, y se merece como nunca celebrarlo, las cosas malas por desgracia ya
vienen solas, por eso tienes que aprovechar cada momento feliz y exprimirlo al
máximo y vivir con la persona que has decidido que te acompañe en el camino, y si hace falta, gritarlo al mundo entero como Lore y Sandra en
su boda
mexicana.

El día de
tu boda es momento de sacar a relucir tus joyas más preciadas, pero no por su
valor material, eso es cosa fácil, sino por su valor sentimental, ese que hace
que los pequeños detalles den verdadero sentido al conjunto. Una idea que
Olalla materializó a la perfección sacando a relucir una pamela pintada a mano
que perteneció a su bisabuela en su boda
rural en Asturias.

Cásate dónde
os apetezca, hoy en día todo es posible, sobre todo cuando está pensado con el
corazón, y los lugares más insospechados pero que cuentan mucho de vosotros
pueden convertirse en un perfecto hilo conductor de vuestra historia. Dos de
nuestras novias lo tuvieron claro tanto en su boda
industrial en una nave abandonada como su boda
botánica en un invernadero. De escándalo.

 

Para tu
fiesta del amor invita a los que quieres que estén, ni más ni menos, ni muchos
ni pocos. Será igual de bonita si es una boda de trescientos como si sólo están
los más íntimos, y si para vosotros vuestra mascota es parte de la familia nada
mejor que participe como uno más junto a ti, como lo hizo Elena en su boda
folk.

 

Disfruta,
siéntete tu misma y pasa un día en grande, junto a los tuyos recordando
aquéllos que estuvieron y que se alegrarían como nunca de verte realmente
feliz. La clave, simple y llanamente, es ser tú. Eso es lo verdaderamente esencial en las bodas.