El mundo de las bodas ha cambiado, de eso no hay duda. Después de la pandemia, el universo bridal se transformó por completo y desde entonces, muchas parejas se han animado a celebrar su gran día como verdaderamente deseaban sin importar las pautas y prejuicios establecidos.
En muchas de ellas, el número de comensales ha disminuido, los detalles se han personalizado al máximo y al llegar la noche, la fiesta se ha desmelenado. Pero esto no es todo. Si el gran día ha sufrido cambios, también han aparecido nuevas tendencias para disfrutar de la luna de miel. Cada vez son más las parejas que deciden dividir su viaje en dos etapas con destinos menos lejanos pero igual de apetecibles. Y así también poder disfrutar de un tiempo en casa junto a familiares y amigos justo después de la boda para comentar las anécdotas del día, y guardarse para más adelante el último colofón: la luna de miel.
Así recordamos la elección de nuestra amiga Paula: una combinación de Zermatt y el Lago di Como, o Rebeca, quien decidió visitar primero la Costa Amalfitana para completarla con una escapada a las islas griegas. O incluso, Lucía, que a pesar de disfrutar de un safari por Sudáfrica unos meses después de la boda, quisieron aprovechar de unos días de pasta, sol y tranquilidad en Portofino.
Para este tipo de honeymoon más relajadas, un destino muy cerca de casa y que seguro que no decepciona por sus contrastes y su especial belleza es Italia. Uno de los países más románticos del mundo para vivir una luna de miel realmente inolvidable. ¿Listos para explorar tres destinos de infarto? ¡Andiamo!
1. Toscana
Pisa, Lucca, Florencia, San Gimignano, Arezzo, Volterra, Monteriggioni o la bella Siena son algunas de las paradas que no deben faltar en tu ruta por la Toscana, un destino que combina a la perfección belleza, vino, buena gastronomía y amor.
Un paseo por la zona vitícola plagada de viñedos, una ruta por los caminos sinuosos de cipreses o conocer el arte de Florencia son los planes más apetecibles del lugar. Desde hace muchísimo tiempo seguimos bien de cerca varios hoteles de la zona y uno que nos tiene totalmente enamoradas es Valdirose. Deseando conocerlo y esperamos que sea muy pronto.
2. Cerdeña
La descubrimos hace unos años y desde entonces soñamos con volver y además, para mayor comodidad, se puede llegar en ferry de Barcelona a Cerdeña. Es la segunda isla más grande del Mediterráneo y la Costa Esmeralda es una delicia. Las playas de la Maddalena tienen un color de agua espectacular que varía en diferentes tonalidades de azules y verdes, y una cena por Porto Cervo es parada obligatoria. Dicho queda.
3.Amalfi
No es la primera vez que este destino ha aparecido por aquí, porque las ganas de conocerlo son enormes. Situado en el sur de Italia, es uno de los destinos más románticos del mundo, salpicado por diminutos pueblecitos sobre las laderas de los montes Lattari.
Con vuelo directo a Nápoles, puedes recorrer los 60km de costa entre olivos, naranjos, limoneros y buganvillas, pero también puedes disfrutar de playas y calas entre acantilados, grutas de aguas esmeraldas e incluso un fiordo: el de Furore. Los pueblos más bonitos que forman la Costa Amalfitana son Positano, Praiano, Furore, Conca dei Marini, Amalfi, Atrani, Ravello, Scala, Maiori, Minori, Cetara y Vietri sul Mare. Y puedes terminar la escapada cogiendo un barquito hasta Capri y vivir una luna de miel de auténtico anuncio.