De la mano de The Love Forest, una empresa de organización de bodas que con cosas como éstas tiene el cielo ganado, el shooting recrea una bonita boda al aire libre en un día de sol de invierno, íntima y algo bohemia, siguiendo la filosofía Love Forest:
Naturalidad y sofisticación son las palabras que definen este maravilloso reportaje. La novia con un vestido de Otaduy de dos texturas combina a la perfección lo rústico y lo delicado que se traduce también en los complementos, por un lado un tocado de flores de Lucía Be con una estética más romántica y por otro, un sombrero negro y chaqueta de cuero para darle un toque más desenfadado.
Y qué decir de la parte más dulce con las tartas imperfectamente bonitas de Mis dulces 26 coronados por unos babos y una cascada de flores, y del mobiliario hecho a mano con madera reciclada de Okappi junto al atrezzo con tesoros vintage de Mano de Santo, todo ello captado por los grandes fotógrafos de f2studio.
Una sesión de inspiración que enamora, que seduce y que conquista hasta caer rendidas a sus pies. Esperamos que la disfrutéis, nosotras ya lo hemos hecho 🙂
Nos alegramos que os haya gustado! 🙂
Estas bodas son de verdad??? Son tan bonitas!!!!!, dan ganas de casarse otra vez
Un placer chicas!! Así da gusto!!
Un abrazo! 🙂
nos ha encantado….y además son bodas con un encanto tan diferente…te trasmiten tanto amor en cada detalle y tanto de los protagonistas….genial
P-R-E-C-I-O-S-A!