Si hay algo que nos enamora es descubrir esos espacios donde el tiempo parece detenerse, lugares que invitan a disfrutar de la calma, la belleza y los pequeños placeres de la vida. Ese es, precisamente, el espíritu de Cristine Bedfor, una marca fundada por la bilbaína Cristina Lozano que ha sabido transformar cada una de sus sedes en un refugio con alma, donde el diseño, la autenticidad y la hospitalidad se entrelazan de manera única.
Para Cristine Bedfor (personaje ficticio que da vida a la cadena hotelera del mismo nombre), uno de esos momentos críticos llegó a los siete años y un cuarto. Cristine es hija del embajador español Pablo Bedfor y Victoria Misseden. Los tres residen en la isla flotante de Clementine, un pedazo de tierra que recorre puntualmente el Mediterráneo, desde la costa de África hasta la malagueña. Y no están solos: junto a ellos conviven otros 31 habitantes, todos tan pintorescos como fascinantes.
Partiendo de esta mujer de fantasía, creada con motivo de la apertura en 2021 del primer alojamiento en Mahón, la interiorista Marta de la Rica ha dado forma a un universo propio en el que se presenta una versión infantil y soñadora de Cristine. Una historia que envuelve a la marca y la convierte en algo más que una cadena hotelera: en una experiencia.
Y así, entre realidad y ensoñación, Cristine Bedfor nos invita a viajar y a vivir con calma, siempre con un aire romántico que convierte cada estancia en el destino perfecto para una escapada a dos. Ya sea frente al Mediterráneo, en el alma andaluza o en una ciudad vibrante, todas sus casas comparten un mismo espíritu: crear hogares donde la belleza cotidiana se celebra.
Menorca: la esencia mediterránea más auténtica
La primera casa de Cristine Bedfor abrió sus puertas en el corazón de la isla menorquina, y desde entonces se ha convertido en un referente del nuevo lujo mediterráneo. Allí todo gira en torno al arte de lo sencillo: desayunos que saben a mar y campo, patios donde las buganvillas trepan con fuerza y habitaciones que respiran calma gracias a textiles naturales y tonos suaves.
Cada rincón está pensado para desconectar del ruido y conectar con la isla, su luz y su ritmo pausado. Un homenaje al Mediterráneo más sereno, perfecto para descansar y, al mismo tiempo, sentirse parte de la vida menorquina.
Málaga: un universo entre fantasía y diseño
En Málaga, Cristine Bedfor despliega toda su narrativa onírica. El nuevo hotel, concebido bajo la dirección creativa de Marta de la Rica, bebe de ese personaje ficticio de Cristine y de su universo en la isla flotante de Clementine. La propuesta combina el espíritu mediterráneo con un diseño interior lleno de piezas singulares, guiños artísticos y un ambiente que oscila entre lo real y lo imaginado.
Aquí todo invita a disfrutar despacio, en pareja, explorando el encanto de la ciudad costera o dejándose envolver por un ambiente que respira creatividad y sofisticación.
Sevilla: la magia de lo andaluz
La última apertura de Cristine Bedfor nos traslada a Sevilla, una ciudad que late entre tradición y modernidad. El hotel se levanta como un homenaje al carácter andaluz: patios llenos de luz, azulejos artesanos, aromas a azahar y espacios pensados para compartir.
Con el inconfundible sello de la marca, cada rincón ofrece calma sin renunciar a la energía vibrante de la ciudad. Una invitación a perderse por las calles sevillanas y regresar después a un refugio íntimo, ideal para disfrutar en pareja de una escapada romántica inolvidable.