Las chicas de Con tacones y de boda idearon un entorno mágico en el que poder celebrar una boda con vistas preciosas, donde las mesas de picnic invitan a un banquete desenfadado como si de una romería se tratase y donde lo importante es querer, bailar y disfrutar como se siente, porque no hay nada escrito cuando se habla de celebrar el amor.
Nos encanta las sillas de forja blanca enredadas en hiedra, el colorido ramo de la novia, su falso bob y sobre todo, los detalles de su vestido de manga larga y silueta delineada con una espalda de infarto.
Una combinación perfecta para prometerse en un acantilado y contemplar la naturaleza más pura, la vegetación agreste y los caballos salvajes.
Así que esperamos que saboreéis estas delicadas instantáneas y por un momento os trasladéis a la Costa Alántica. Nos vemos allí.
¿Qué os ha parecido estos novios
en la Costa Atlántica?