Con casi 300 invitados, la Iglesia de San Saturino de Pamplona estaba a rebosar de familiares y amigos de la pareja. Un bonito espacio decorado por Ygnacio Guillén, el florista que llevó a cargo los arreglos florales y el ramo de calas de la novia, quién también contó con el apoyo decorativo de la madre de Álvaro.
Tras la ceremonia -en la que Maialen sorprendió como novia velada– tuvo lugar la celebración bajo un sol radiante que transcurrió hasta bien entrada la noche en la finca del Señorío de Sarría, un bello espacio de aire toscano entre cipreses y viñedos en el paraje natural del valle de Izarbe donde la wedding planner Marta Álvarez se encargó de que luciera de una forma aún más espectacular.
Mención especial merece el trabajo y dedicación de la novia que puso todo su amor confeccionado ella misma las invitaciones y los marca páginas que regalaron sus invitados, un trabajo concienzudo con caligrafía y acuarelas.
Los encargados de no perder detalle gráfico fue el equipo JFK Imagen Social, artífices también de la boda asturiana de Ángela y Pelayo que publicamos hace tiempo en el blog, y que nos vuelven a regalar preciosas instantáneas. ¡Disfrútalas como se merecen!
en el Valle de Izarbe?
Belleza de novios.