Como hilo conductor escogieron las flores aromáticas de la zona como el romero, el tomillo e incluso la ontina. Un punto de partida muy inspirador tanto para la decoración de los espacios, la papelería como incluso los prendidos hechos a mano por los novios y sus familiares.El look que escogió Celia para su gran día demuestra su gusto por la moda y el diseño así como por los detalles plagados de alto valor sentimental. Su vestido de novia fue un vaporoso diseño de LANVIN que complementó con zapatos de Miu Miu y con joyas muy especiales: su anillo de pedida de más de 100 años que le regaló Miguel procedente de un anticuario parisino, su ramo de novia elaborado por su padre y la corona que su abuela lució también el día de su boda y a la que ella quiso darle un aire renovado luciéndola al revés.
Otros detalles sorprendentes con mucha historia y que sin duda alguna recordará para siempre fueron el batín que llevó antes de vestirse perteneciente a su abuela quien también confeccionó y bordó el portanilllos que utilizaron en el enlace.
Por su parte, Miguel escogió un chaqué de Anglomanía en tierras y azules que le sentaba como un guante.
Tras la ceremonia novios e invitados se desplazaron a la espectacular jaima que Gourmet Catering y Espacios, encargado del banquete del evento, montó a los pies de la ermita. Aires rurales sin caer en tópicos con un toque muy chic que dejó a todos completamente enamorados. Toda una declaración de intenciones y una muestra de amor por la tradición y el saber hacer que se vio plasmada también en el regalo de los invitados, unos cactus con macetas antiguas que Celia limpió y restauró una a una.
Un día lleno de buena música, buena comida, buen vino y mucha felicidad que Berena Álvarez se encargó de inmortalizar en estas bellas fotografías de las que disfrutas en el blog y que estamos convencidas te dejarán entusiasmada.
en el campo de Teruel?