Lo nuestro con las bodas canarias empieza a ser un idilio en toda regla, y es que no sabemos si será la luz que consiguen captar estupendos fotógrafos o que el aire canaria tiene un ‘algo’ especial que las bodas en las islas nos han robado el corazón. Y con ésta y la boda de Amaia y Anael y la de Montse y José ya llevamos unas cuantas. 😉
Para estrenar este nuevo curso de bodas reales hoy os tramemos la boda de Milena y Diego, una ceremonia que se celebró en el Puerto de la Cruz tras una de esas pedidas que llevan la etiqueta de memorable. Debéis saber que Diego no le pidió matrimonio a Milena para “hacer oficial” la relación ni para celebrar a lo grande su amor. No. Diego pidió matrimonio a Milena para “SER FAMILIA”, para que fuera parte de ese núcleo que para él es tan importante.
Si esta explicación ya deja de por sí #gallinadepiel, escuchar en boca de Milena sus sentimientos hacia Diego eleva el momento a casi casi lagrimita:
“Siempre estuvo ahí, esperando a que yo me diera cuenta de que nadie me podría querer más que él y, gracias a Dios, me di cuenta a tiempo”.
Ya podéis intuir que esta pareja no celebró una boda al uso sino más bien un enlace con tintes modernos que traspasó protocolos para festejar su unión con los más íntimos, eso sí, prestando una especial atención a todos detalles.
Milena llevaba un precioso vestido blanco roto de chantilly con mangas murciélago de Rodrigo Piñeiro que acentuaba su bonito bronceado al que complementó con peluquería y maquillaje de Juan Castañeda. Un look tremendamente boho y natural al que dio un punto de sofisticación con una diadema en la frente a conjunto con el vestido.
El novio tampoco quiso dejar atrás su personalidad luciendo traje gris con zapatos estilo oxford sin calcetines y sustituyendo las clásica corbata o pajarita decidió llevar un lazo nude anudado al cuello.
Tras el matrimonio civil en el Ayuntamiento, la pareja y el resto de invitados se trasladaron al restaurante El Reloj (Orotava) en el que celebraron un banquete con mesas imperiales, paipais, paralasoles y cubos de cerveza fresquita por doquier.
Para acabar el día por todo lo alto según llegaron al postre los novios cogieron las maletas de estilo vintage y se fueron directos al aeropuerto donde les esperaba su vuelo rumbo a Las Vegas y así empezar con su luna de miel soñada.
Para que os deleitéis con todos los detalles os dejamos con estas bonitas imágenes en las que la complicidad y amor que Milena y Diego vivieron ese día casi casi traspasa la pantalla y donde las palabras de las GRANDES fotógrafas de Mi Lima Limón consiguen describir a la perfección su unión:
“Viéndolos es inevitable pensar que en algún lugar existe ALGUIEN que está hecho para ti. Solo tienes que estar dispuesto a verlo”
Cuanto amor respiran estas imágenes! Una boda preciosa!
Es la boda más genial que he visto…los sigo desde hace mucho en IG y son una pasada los dos.Felicidades por el post!!
Muackkk
Preciosaaaaa!! Me ha encantado el look de la novia y bueno, en definitiva, toda esta original boda!!!
pues que es una pasada, me encanta lo orgánico de toda la boda… enhorabuena a la pareja y a las fotógrafas deborah y madi
¡¡Qué preciosidad de boda!!
felicidades a la pareja y enhorabuena por el post!!! las fotos desprenden loooove!