La historia de amor de Alexia y Pedro es de esas imposibles y eternas, que después de un noviazgo en la adolescencia y un tiempo separados, el recuentro no pudo terminar mejor: prometiéndose en la maravillosa isla de Menorca, y desde allí empezaron a planear su gran día.
Incialmente lo tenían previsto para julio, pero la madre de Pedro falleció víctima de un cáncer. Aún así decidieron seguir adelante con la celebración tal y como ella quería. En la pedida de mano intercambiaron un reloj IWC para él, y un anillo de oro blanco, esmeraldas y brillantes que perteneció a la madre de Pedro para ella. Un recuerdo increíble y muy sentimental.
Para su gran día, Alexia eligió un vestido de novia de la firma mallorquina Cortana, de seda natural en un tono champán y una gasa de tul de seda ideal. ‘Para la iglesia cubrí todo el escote y los hombros con la gasa, haciendo de este tul una doble piel sobre la mía. Para el aperitivo, me desenvolví la gasa del cuerpo y la dejé suelta al rededor del cuello, dejando al descubierto el escote asimétrico a una manga del vestido, que era muy simple pero comodísimo. La caída del vestido y la fluidez del tul de seda daban un aspecto ligero y desenfadado con el que me sentía muy cómoda’, nos cuenta la novia.
Lo acompañó con muah a cargo de la estilista Estrella Elorduy, sandalias de Castañer, el velo de más de cuatro metros perteneciente a la madre de Alexia el día de su boda, y joyas con mucho sentimiento.
La madre de la novia también lucía con un diseño de Cortana en color verde antracita de seda natural con la espalda asimétrica. Pedro iba con un chaqué en color azul oscuro, camisa, corbata y zapatos de la firma Señor y llevaba unos gemelos de oro que le prestó su padre. Y finalmente, los niños de arras iban con unos looks a tono de la firma Labubé y unas coronas de flores con hojas de olivo, mucho verde y pequeñas flores silvestres, a juego con el ramo de la novia.
El Santuario de Santa María Reina de Pedralbes lucía precioso con toda la decoración floral obra de Judith Jordà. ‘Lo único que le dijimos es que no queríamos flor grande, lo queríamos todo muy natural y sobre todo que predominara los tonos verdes. El ramo lo entregué a la Virgen de Montserrat, patrona de Catalunya, como ofrenda y de algún modo se lo di a Beth, a la que sentimos en todo momento a nuestro lado, mirándonos y velando por nosotros’, detalla la novia.
‘Pedro entró del brazo de su tía y madrina, Chito, al son de la canción: Nessun Dorma, de la ópera Turandot (fue la primera ópera que vimos juntos en el Liceo y nos encantó). Y yo entré del brazo de mi padre al son de la famosa canción italiana: O sole Mio, escrita por Giovanni Capurro y melodía de Eduardo di Capua. El santuario vibraba y la gente se emocionó muchísimo al vernos entrar con esas canciones tan potentes y a mi parecer muy solemnes, fue un momento mágico.’
Seguidamente, novios e invitados se trasladaron al maravilloso escenario de La Baronia. ‘Esta masía del siglo XVI, que fue restaurada y convertida en mansión modernista a principios del siglo XX por el arquitecto Joan Rubió y Bellver, discípulo de Gaudí, está situada en un entorno de ensueño, rodeada de árboles y vegetación. Cada rincón de esta finca era especial, todos los pasos de nuestra celebración iban a suceder en escenarios diferentes y eso nos gustaba mucho, nos cautivó desde el primer momento, la Baronía tiene un encanto particular que te embelesa y te enamora.’
Los novios son muy de la fiesta y muy melómanos, por eso cuidaron mucho la música de la boda. Durante el aperitivo, contrataron la banda de The Tuccis Band, un grupo de música súper fresco y buenrollero que, se definen como old school y reversiona hits de los 80 y 90. Para la cena, tuvieron un concierto a cargo de Tonia Richii y la fiesta continuó con el Dj Bernat Safont.
‘El logo con nuestras iniciales enlazadas (A&P), el misal, las invitaciones de boda, las minutas, el naming de cada invitado, el sitting plan, y los detallitos para los invitados, todo lo hicimos nosotros, desde la idea, el diseño y la fabricación. Yo estudié diseño gráfico y actualmente trabajo como diseñadora de accesorios en Massimo Dutti, y me considero una persona que valora mucho la parte estética y me gusta mimar hasta el último detalle. Fue muy divertido poder hacerlo yo misma.’ Así es cómo nos contaba con ilusión los detalles para los invitados.
Una gran boda que contó con el talento de Milena, Alma y Borja del equipo de The Galaxy Weddings para inmortalizar ese día y del que hoy puedes ver en primicia.