Villa Manila

El momento de los preparativos es uno de nuestros preferidos, y seguramente el de muchas novias a pocos minutos de dar su Sí, quiero. Unos instantes especiales y muy mágicos para pasar junto a los más queridos: padres, hermanos y esas amigas tan cercanas que más bien se consideran como familia. Además, también creemos que es el momento perfecto para escribir los votos a corazón abierto o la última carta como soltera.

Y así es como transcurre Villa Manila, una sesión de inspiración organizada por Costa Deriva Eventos en un lugar emblemático de Cantabria llena de elegancia y majestuosidad. En la antigua Casona del Marqués se reviven los momentos de nervios, risas y emoción al puro estilo reunión de chicas, como en los viejos tiempos. La oportunidad perfecta para que la novia junto a sus mejores amigas puedan tener un momento íntimo y relajado antes de poder darlo todo, y para ello nada mejor que un brunch servido en la maravillosa vajilla de Antigüedades Merale con el toque dulce a cargo de Pavlova.es con una de sus tartas fetiche, que además tiene un pintón increíble.

Los más pequeños de la casa no pueden faltar en este gran momento, siempre correteando por los pasillos de la casona y teniendo un espacio creado especialmente para ellos por Super Pekes con tipis, globos e cojines, ideal para poder descansar antes de la celebración. Junto a ellos, las testigos y la novia se preparan con maquillaje y peluquería a cargo de La Pelu de Chuspa y los vestidos a medida hechos por la diseñadora Laura Sainz de Ajá. Para las invitadas, rosa con paillettes y verde lima, combinado con un bonito tocado en tonos naturales. La novia, con mangas livianas y un gran escote en la espalda bajando por la gran escalinata de la casona lista para emprender su nuevo camino.

Una editorial inmortalizada por la fotógrafa Marta Tormos que hoy puedes disfrutar en primicia en el blog para dar valor a esos momentos previos, pero tan bonitos y necesarios. Y revivir la magia de las bodas de Cantabria.