Eres un amante de la buena cocina y disfrutas como nadie de la gastronomía y de las delicias culinarias, por ello tampoco quieres renunciar en uno de los mejores viajes de tu vida para degustar las exquisiteces de cada lugar en el que viajes. Y es que no hay manera de conocer un lugar realmente que probando su cocina y entendiendo su forma de relacionarse con la comida.
Si eres un foodie, hoy en nuestra sección de viajes te proponemos 5 opciones para que tengas un viaje de novios en el que no falte el buen comer. Una luna de miel con grandes propuestas, ¡la mejor forma de comerte el mundo!
1. La ruta de las estrellas.
Cualquier foodie que se precie sabe el valor de una estrella de la conocida guía Michelín. Así que un viaje planificado para saborear los grandes lujos puede ser una opción verdaderamente recomendable. Sólo tienes que abrir la guía y dibujar tu recorrido con paradas en países como Francia, Alemania, Italia e incluso Japón.
Cualquier foodie que se precie sabe el valor de una estrella de la conocida guía Michelín. Así que un viaje planificado para saborear los grandes lujos puede ser una opción verdaderamente recomendable. Sólo tienes que abrir la guía y dibujar tu recorrido con paradas en países como Francia, Alemania, Italia e incluso Japón.
2. La ruta vitivinícola.
Uno de los lugares más conocidos para los amantes del vino es el valle de Napa, y es que allí se fabrican los mejores vinos de California a tan sólo una hora de San Francisco.
Uno de los lugares más conocidos para los amantes del vino es el valle de Napa, y es que allí se fabrican los mejores vinos de California a tan sólo una hora de San Francisco.
Paisajes repletos de viñedos y experiencias tanto lujosas en hoteles top como mucho más rústicas en granjas locales especializadas en cultivo orgánico en los que aprender, por ejemplo, a recolectar el vino y de forma tradicional.
3. La Ruta de las especias
Si lo vuestro es una pasión por los sabores fuertes, condimentados y repletos de experiencias no puede haber mejor viaje que una ruta que recoja las mejores especias del mundo. Por ello Marrakech, Estambul e incluso Sri Lanka (muy cerquita de las Maldivas) deben estar en vuestra hoja de ruta para adquirir desde especies como curry o pimienta o condimentos preparados para vuestras tardes de cocinillas con amigos.
Si lo vuestro es una pasión por los sabores fuertes, condimentados y repletos de experiencias no puede haber mejor viaje que una ruta que recoja las mejores especias del mundo. Por ello Marrakech, Estambul e incluso Sri Lanka (muy cerquita de las Maldivas) deben estar en vuestra hoja de ruta para adquirir desde especies como curry o pimienta o condimentos preparados para vuestras tardes de cocinillas con amigos.
4. La ruta de puestos callejeros.
Si sois unos amantes de la comida asiática y de los productos frescos cocinados al momento las ciudades con los mejores puestos callejeros com Bangkok y Singapur os encantarán.
Menús económicos y deliciosos que no están reñidos con las condiciones higiénicas, como los adheridos al sello Shell Shuan Shim en Bangkok o los conocidos puestos en el Complex Food Centre en Singapur. Toda una experiencia que sin duda resultará inolvidable para vuestro paladar pero también para vuestro corazón.
Si sois unos amantes de la comida asiática y de los productos frescos cocinados al momento las ciudades con los mejores puestos callejeros com Bangkok y Singapur os encantarán.
Menús económicos y deliciosos que no están reñidos con las condiciones higiénicas, como los adheridos al sello Shell Shuan Shim en Bangkok o los conocidos puestos en el Complex Food Centre en Singapur. Toda una experiencia que sin duda resultará inolvidable para vuestro paladar pero también para vuestro corazón.
5. La ruta de tapeo.
Cualquier viaje de novios en cualquier lugar de el mundo pude tener como final de etapa San Sebastián. Una de las ciudades con mayor número de estrellas Michelín por metro cuadrado pero también con escandalosos lugares de tapeo en los que deleitarse por tan sólo unos euros. Sin duda, nuestro destino favorito para callejear entre delicatessen como verdaderas foodies.
Y tú,
¿también deseas una
luna de miel foodie?
