Muchas parejas, obligadas por la crisis del coronavirus, han tenido que posponer finalmente su boda ya sea de cara a finales de 2020 o para el próximo año. Una situación que puede generar tristeza y estrés por todo lo que ello implica: elegir nueva fecha, poner de acuerdo de nuevo las agendas de todos los proveedores contratados, anular o cambiar la fecha en el registro civil – o la iglesia, comunicar el aplazamiento a los invitados, valorar un nuevo destino de luna de miel, revisar las condiciones económicas de los cambios, elegir nuevas flores de temporada, retocar el vestido acorde con la estación…
Aunque es totalmente comprensible que haya momentos de incertidumbre y de impotencia, lo principal es tratar de mantener la calma y recordar lo que de verdad importa y qué os lo que os llevó a tomar esa decisión. Porque el amor espera y no se cancela. Que no se nos olvide. Así que ten presente la fecha que iba a ser tan importante para vosotros y celebradlo de alguna manera. Y brindad. Mucho. Por todo.
Con ese mismo espíritu de exprimir al máximo vuestra decisión, a continuación os planteamos 5 ideas geniales para hacer en la fecha prevista de la celebración si has tenido que aplazar tu boda.
1. Una fiesta de pedida. No hay un plan mejor que hacer ese día la celebración de la pedida de mano oficial junto a un íntimo grupo de familia y amigos. Un desayuno en la cama, vuestra casa llena de flores, un pequeño tentempié, un vestido a la altura, una playlist con sabor a fiesta y mucha ilusión es más que suficiente. Y si aprovecháis la ocasión para que vuestro fotógrafo de confianza inmortalice ese día seguro que será un recuerdo difícil de olvidar. De eso no tenemos duda. Lara de La petite Mafalda así lo hizo y su pedida es pura magia.
2. Una ceremonia civil. Algunas parejas han decidido mantener la fecha del enlace y firmar su compromiso en el juzgado ya sea como un tema de superstición o como recuerdo imborrable de esa fecha elegida con tanto cariño. Junto a amigos y familiares cercanos se puede formalizar el matrimonio e ir preparando poco a poco una gran fiesta de celebración para cuando todo esto acabe. Y tras esa firma, ¿por qué no alquilar un mítico Seat 600 y hacer un road trip por España cámara en mano y descubrir lugares con encanto como lo hicieron nuestros abuelos?
3. Una sesión de fotos preboda. Puede que la ajetreada vida que antes llevábamos había hecho que no hubieseis encontrado la ocasión ideal para una sesión de fotos en pareja. Un momento para los dos, para recordar vuestro últimos instantes de solteros y empezar con el álbum familiar. Así que llama al profesional que tenías previsto que captara vuestro gran día y proponle realizar una reportaje preboda a la misma hora de vuestro Sí,quiero. Miraros a los ojos, juraros amor eterno y tened ese recuerdo siempre presente. Así lo hicieron Virginia y Pedro con un paseo entre caballos.
4. Una promesa de votos. Hace unos días Patricia de Arteboda nos contó la historia de Pablo y Raquel, una pareja de médicos, y una cena elopement inmortalizada por Dani Medina nos pareció una idea súper interesante para que ese día no lo recordaran con la tristeza de no haber podido casarse. ‘Ellos tenían previsto celebrar su amor el 30/5/20 pero como imagináis, hemos aplazado al 2021. Quería que ese día lo recordaran con todo el amor y cariño posible así que le propuse a Pablo darle la sorpresa a Raquel prometiéndole sus votos y por supuesto le encantó: quería que Raquel tuviese el mejor día del mundo. Preparamos una cena súper especial, un montaje precioso, una papelería muy cuidada y una música acorde con la mejor noche. Sus padres y hermanos los acompañaron, 8 en total. Cada minuto de esa cena fue especial pero en el instante que se prometieron sus votos la atmósfera se volvió indescriptible. Tan mágico como el mismo amor que desprenden. Así que nos dieron la lección real de que no importa cuándo ni cómo, importa con quién.’