Todas las bodas tienen una historia detrás, un recorrido repleto de buenas y puede que no tan buenas experiencias, emociones y situaciones. Sin embargo, algunas bodas por una serie de circunstancias, como la pérdida de ser querido muy próximo, hacen que el día del enlace adquiera un sentido especial para todos los presentes. Ese es el caso de la boda de María y Rubén.
Podréis imaginar entonces lo emotivo que llegó ser este enlace, una contradicción de emociones y una fuerza admirable por parte de los novios que decidieron exprimir al máximo su gran día especial.
Al igual que el día de su preboda como os mostramos AQUÍ, María estaba guapísima con un vestido de líneas depuradas de Jesús Peiró, un recogido ladeado de aire muy romántico y un ramo en tonos empolvados.
El novio, también muy elegante optó por un traje con solapa de contraste y pajarita junto con un detalle especial que nos ha encantado: los gemelos personalizados con las iniciales de la pareja y la fecha del enlace.
El novio, también muy elegante optó por un traje con solapa de contraste y pajarita junto con un detalle especial que nos ha encantado: los gemelos personalizados con las iniciales de la pareja y la fecha del enlace.
Para la novia, el momento más emotivo fue la entrada en la ceremonia del brazo de su padre:
“Siempre diré que el momento más especial, más espectacular, más emocionante, el mejor de los mejores momentos de ese día fue cuando entrando en la ceremonia cogida del brazo de mi padre vi a Rubén. Ese momento es indescriptible, por mucho que os lo explique no tengo suficientes palabras, de golpe desapareció todo el mundo y sólo lo veía a él”
Tanto el espacio de la ceremonia como del banquete lucían impecables con un aire rústico haciendo un guiño a las tierras leridanas donde se celebraba la boda que nos ha dejado maravilladas.
Tanto el seating como las mesas del banquete, el rincón para los más pequeños, photobooth y demás elementos gráficos del espacio llevaban el sello especial e inconfundible de Marina de Bodas de Cuento.
Tanto el seating como las mesas del banquete, el rincón para los más pequeños, photobooth y demás elementos gráficos del espacio llevaban el sello especial e inconfundible de Marina de Bodas de Cuento.
Además, familiares y amigos de la pareja se implicaron al 100% en muchos de los elementos decorativos para conseguir impregnar cada uno de ellos del estilo de lo “hecho a mano” que querían los novios para su boda, unos grandes amantes de las manualidades.
Esta huella handmade estuvo presente tanto en las invitaciones (que llevaron semanas de intenso trabajo nocturno) como en los banderines que elaboró la tía de la novia, la cortina de cintas que presidía la ceremonia confeccionada por la madre y la abuela de Rubén, los regalos para las parejas casadera y los CD’s de la música de la boda como detalle para los invitados con dedicatoria personalizada y packaging craft acorde a la invitación.
El momento más mágico llegó con el primer baile de casados, con voz y música en directo por parte de un dúo amigo de los novios que entonaron su canción “Amor Particular” de Lluís Llach.
Tras el baile y a modo de despedida los novios junto con el resto de invitados realizaron una suelta de farolillos voladores llenando el cielo de una mágica luz para esta boda tan especial que no podía sino que quedar plasmada por una fotógrafa con la sensibilidad de Mónica Carrera
Cuantos detalles bonitos!! Una atmósfera de ensueño. Me ha encantado esta boda.
Ayy! Chicas, qué ilu ver esta cuentiboda en el blog, fue una boda mágica, Maria estaba espectacular, derrochaba alegría pura, es un amor! Qué buenos recuerdos, un beso confettis! Ganas de veros y daros un abrazo!
Que emoción ver la fotos otra vez!! Me cogen una ganas de volver a casarme!!!! fue inolvidable todo lo que vivimos ese día, muchísimas gracias por contar nuestra historia de amor con tanta delicadeza… Besitos desde LLeida!!!!!
MARIA
Unas fotos muy bonitas!! Unas imagenes de ensueño. Me encanta !