Un concierto de Maná fue el detonante de la relación de Peter e Isa, una pareja malagueña que celebró una preboda en el Tintero en su tierra para dar paso a su Sí, Quiero en el Castillo de Santa Catalina con las magníficas vistas a la bahía de Málaga como telón de fondo.
Para su gran día Isa lo tuvo claro desde el momento de la pedida, y es que sabía seguro que el diseño vintage de 1978 de Pronovias con el que se casó su madre se convertiría en el vestido de novia de sus sueños. Tras unas pequeñas modificaciones de una modista de Fuengirola para darle su sello personal, lució como nunca en su fiesta del amor.
Como complementos, unos Manolo Blahnik rojos, una delicada corona estilo ruso de Mimoki y un look beauty a cargo de sus amigos Nene Estilista y la maquilladora Noemí Luna. Además, Isa decidió prescindir del ramo y fueron sus damas de honor las que le entregaron una rosa cada una al inicio de la ceremonia.
Como complementos, unos Manolo Blahnik rojos, una delicada corona estilo ruso de Mimoki y un look beauty a cargo de sus amigos Nene Estilista y la maquilladora Noemí Luna. Además, Isa decidió prescindir del ramo y fueron sus damas de honor las que le entregaron una rosa cada una al inicio de la ceremonia.
Sin duda las joyas que lució fueron los detalles más sentimentales: “Las alianzas están hechas con el oro de una pulsera que me dio mi abuela antes de fallecer, uno de los amores de mi vida, llevo el nombre de ella en mi muñeca, y envidio su historia de amor. También me puse una pulsera que siempre llevaba ella, de oro y coral rojo, y los pendientes de esmeraldas estilo Lady Di con los que se casó mi tía.”
Llegó el momento de la ceremonia y Peter entró bajo la banda sonora de “Ven”, la primera canción que oyeron cuando se comprometieron. Isa por su parte llegó al altar del brazo de su madre mientras su hermano tocaba a la guitarra “Somewhere over the rainbow”, toda una declaración de intenciones llena de emoción que se fue acrecentado con las lecturas durante el enlace plagadas de emoción.
Tras la ceremonia llegó el momento del banquete, una explosión de color y luz en un festival de mesas imperiales desnudas combinadas con mesas circulares al que los novios entraron más rockeros que nunca con una canción de Kiss. Un escenario de cuento creado por el genial trabajo de de ConMuchoGusto Wedding Planner, el equipo que se encargó de que Isa y Peter llegarán más relajados que nunca a su auténtica boda heartmade.
Una boda plagada de buen gusto donde no faltó el detalle solidario para los invitados con las narices rojas de la Fundación Theodora y que Luis Tenza, autor de una de las editoriales más blancas del blog, se encargó de inmortalizar en las fantásticas imágenes de las que disfrutas en primicia en el blog.
Tras la ceremonia llegó el momento del banquete, una explosión de color y luz en un festival de mesas imperiales desnudas combinadas con mesas circulares al que los novios entraron más rockeros que nunca con una canción de Kiss. Un escenario de cuento creado por el genial trabajo de de ConMuchoGusto Wedding Planner, el equipo que se encargó de que Isa y Peter llegarán más relajados que nunca a su auténtica boda heartmade.
Una boda plagada de buen gusto donde no faltó el detalle solidario para los invitados con las narices rojas de la Fundación Theodora y que Luis Tenza, autor de una de las editoriales más blancas del blog, se encargó de inmortalizar en las fantásticas imágenes de las que disfrutas en primicia en el blog.
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Fotografía: Luis Tenza | Decoración y Organigación: Conmuchogusto WP | Flores: Susana Sánchez | Vestido de Novia: Pronovias | Traje novio: The Kooples | Zapatos novia: Manolo Blahnik | Corona: Mimoki | Localización: Castillo de Santa Catalina
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