Olalla y Dani, boda rural en Asturias

Nuestra boda de hoy tiene dos claros protagonistas, Olalla y Dani, una pareja que celebró su gran día en una pequeña aldea asturiana en la que hacía más de 30 años en los que nadie había dado su Sí, quiero, todo un acontecimiento que desprende esa aura que sólo tienen nuestras auténticas bodas heartmade.

La capilla de Santa Olaya fue decorada con un mimo especial con hortensias y flores silvestres por la madre de la novia, que junto a su abuela también fueron las artífices del ramo que llevó Olalla para su gran día, una muestra de cariño y sentimiento para llevar muy cerquita el aire del pueblo que la vió crecer.
Aún cuando el cielo quiso regalarles un día lluvioso no podía respirarse mejor ambiente en la población, y si bien no todos los invitados pudieron resguardarse de la lluvia en la coqueta capilla, el centro social se convirtió en un hervidero de alegría y jarana entre lugareños y asistentes al enlace.Para su gran día Olalla lució un vestido de novia de la gijonesa Ana Cabranes, sandalias de Uterqüe y maquillaje y peluquería de Sonia Riopedre. Un delicado conjunto que complementó con muchísimo acierto con una pamela pintada a mano -una de las tendencias más in de esta temporada como os contamos AQUÍ– que perteneció a su bisabuela, una pequeña joya familiar cargada de emoción, al igual que su anillo de compromiso de la familia de su recién estrenado marido. Para el baile y la ceremonia puso el broche con un tocado de La Troupe Gijón.
Tras el enlace novios e invitados se trasladaron al Palacio Conde de Toreno, un belleza del siglo XVI en medio de las montañas asturianas, rodeada de robles y mucho verde en el que los comensales pudieron degustar los platos del chef Diego Fernández del Restaurante Regueiro, y maravillarse con la decoración floral de la zona del baile y aperitivo a cargo de Leymar Floristas.
Pasado ya gran parte del día llegó el momento de la diversión en el que los invitados pudieron dar el cien por cien en el photocall de aire tropical que la propia novia montó con ayuda del personal del Palacio, entre ellos la decoradora Rogelia Sánchez-Iglesias.

Un día plagado de emociones, naturaleza, y aires asturianos que el fotógrafo Darío Martínez, al que aventuramos muchísimo recorrido, captó de forma emotiva y delicada en las preciosas instantáneas que hoy disfrutas, como siempre, en primicia en el blog. ¡Te enamorarán!