El look beauty de la novia también siguió la estética setentera con pelo al aire y el flequillo que tanto la identifica así como un maquillaje en labios rojos, eyeliner negro y un toque glitter dorado en el párpado inferior.
Además Esther lució joyas familiares con un alto valor sentimental -que ya sabéis que nos encanta- y una oportunidad de tener cerca aquéllos que por un motivo u otro no la pudieron acompañar.
Mención a parte merece el look de Guillem, una forma de demostrar que si bien nunca había sido un fan de la moda Esther había conseguido transmitirle de corazón esa pasión. Por ello ese día quiso vestir más moda que nunca con un lazo de broche de tigre y un traje de la firma italiana Gucci en los que se entreveía un bordado rojo en los puños de la camisa con una increíble declaración de amor: Ciego de amor.
La Masía Casa del Mar, en pleno Parque Natural del Garraf, fue el lugar elegido por esta pareja de enamorados para dar el Sí,quiero junto sus seres queridos. Los colores del mar, los pinos, y sobre todo la casa con suficiente personalidad para no necesitar muchos detalles decorativos les encantó. Por ello, con la ayuda de Crimons escogieron una deco que jugara con la relevancia del espacio, que fuera muy mediterránea y con materiales naturales.
Para la decoración floral Esther y Guillem se decantaron por uno de nuestros talleres florales favoritos de Barcelona, Alblanc Atelier, delicados como nadie captaron a la perfección el estilo de la pareja jugando con los toques mediterráneos de la buganvilla y el olivo para todos los elementos florales de la boda, incluido el ramo de Esther. Una creación en verde con toques de blanco para no restar protagonismo al colorido del vestido, que su padrino le entregó con un brindis de tequila y que lanzó a sus invitadas a la antigua usanza bajo el son de Like a Virgin de Madonna.
La ceremonia decorada sencilla en blanco y con un magnifico arco de buganvilla que enmarcaba unas vistas espectaculares estuvo oficiada por uno de los mejores amigos de Guillem y participaron la familia y los amigos. De los momentos más emotivos fueron la llegada de los novios con la banda sonora de Narcos para él, y Salitre de Quique González para ella.
Tras la ceremonia, novios e invitados pasaron al aperitivo alrededor de la piscina que se sirvió en mesas desnudas y con mini olivos en cada una de ellas en las que degustaron, al igual que en el banquete, de las delicias elaborados por el conocido catering Jubany.
El espacio de la cena estaba decorado con manteles en azul aguamarina, increíbles centros de mesa inspirados en la flora marina y los fondos de los arrecifes y sillas de mimbre trabajadas en tono envejecido Los números de mesa fueron elaborados por la novia gracias a la idea de una gran amiga con ilustraciones anatómicas de peces haciendo un guiño a la pasión por la pesca del novio.
natural y mediterránea?