Hace unos días nos llegó al correo esta preciosa boda que no hemos podido evitar publicar. Por su magia, su estilo y su carácter bucólico en Galicia.
Patricia y Humberto se conocen desde la infancia ya que sus padres salían a veces con el mismo grupo de amigos pero no fue hasta que se fueron a estudiar a Madrid cuando se hicieron inseparables. Una historia de amor que nació en el Colegio Mayor y que sigue sumando recuerdos tras una gran celebración. ‘La noche fue mágica, el mejor comienzo de esta nueva etapa’, nos cuenta la novia.
Para su gran día, Patricia confió en la diseñadora Marcela Mansergas para su vestido de novia. Un dos piezas formado por un vestido sencillo con un doble detalle en el escote y la espalda y un maravilloso sobrevestido con una cola infinita y mucho juego. ‘Cómodo, versátil por las dos piezas y un fiel reflejo de mi’, como la misma novia nos indica.
Los zapatos eran de Lamarca hechos a medida y lució un precioso broche de brillantes de su abuela, unos pendientes de oro blanco regalo de sus amigas y un colgante de un brillante que le regalaron sus padres por su 18 cumpleaños. Del look beauty se encargó Giova. Humberto por su parte se hizo el chaqué a medida en Lander Urquijo con corbata de Raplh Lauren.
Eligieron el Pazo de Santa Cruz para celebrar su gran día con el delicioso catering de Casa Solla, una combinación infalible que dejó a todos los invitados con muy buen sabor de boca. La decoración estuvo a cargo de Estudio DSR y unos abanicos fueron el regalo para los invitados como detalle de agradecimiento.
La entrada al banquete con todos los invitados con palos fluorescentes fue ‘uno de los mejores momentos de mi vida’, así lo recuerda Patricia. Un gran día que el equipo de Fluxus inmortalizó a la perfección, como nos tiene acostumbrado con la boda de Natalia y Rodrigo.