SÍ a las pedidas de manos

El post de hoy es un post revindicativo, de esos que teníamos ganas de escribir desde hace tiempo en el blog y que hoy por fin nos hemos animado.

Si nos vais siguiendo desde hace un tiempo ya sabréis que nos gusta sobre todo las bodas reales que se convierten en fiestas del amor, sin protocolos ni ataduras y también con algo de locura.

No es que seamos muy pro clasicisimos, más bien al contrario, pero hay ciertas cosas de las bodas clásicas y tradicionales que no nos gustaría que se perdieran jamás. Y entre ellas está la cena de la pedida de mano.

Nos parece un evento realmente bonito para quedarse en el olvido y no estamos hablando de la ancestral tradición de pedir la mano al padre de la novia, para nada. Simplemente nos gusta la idea de que meses-semanas antes de la boda la familia (cercana) se reúna para ultimar detalles de la boda, se prepare una rica cena cuidando al máximo todos los detalles y haya un intercambio de simbólicos regalos.

Lo echamos de menos en la mayoría de bodas actuales, y sin duda es una excusa perfecta para montar un sarao y nosotras no lo hemos podido evitar y ya nos imaginamos cómo sería la nuestra: una cena íntima en el jardín, con candelabros, velas y luces de verbena, centros de flores de colore vivios, muuuuuuchas flores, una mesa de madera bonita sin cubrir, una vajilla delicada, minutas personalizadas, un buffet de postres con mil tartas de distintos sabores, buen vino y cava para brindar. Risas, más risas y mucho amor.

Para los regalos, un reloj sobrio y especial para él y algún anillo bonito de la colección de diamantes de Joyerías Aresso sería MUY buena opción, ahí queda dicho. 🙂
Y en cuanto al estilismo, un vestido de cóctel sencillo pero elegante, unas sandalias especiales y un recogido desenfadado como los que os enseñábamos la semana pasada sería nuestra elección.

Con todo esto y junto a los nuestros ya seríamos más que felices pero mientras seguimos ideando nuestra pedida de mano perfecta, os dejamos algunas imágenes inspiradoras para que soñéis con nosotras y os animéis a recuperar esta gran celebración.