Elegancia y distinción son dos adjetivos que encajan a la perfección con la boda real de Laura y Gonzalo, una celebración con pinceladas british y un toque clásico que nos ha parecido realmente encantador.
Con cierto aire campestre y de líneas bucólicas cual obra de Jane Austin nuestra pareja de hoy celebró su compromiso en la Finca Aldeallana, un coqueto espacio cerca de Segovia bañado por un ambiente de lo más primaveral decorado por Isabel López-Quesada con una magnífica ejecución.
Laura estaba realmente radiante con un vestido de manga larga con cuerpo de encaje de Basaldúa, recogido trenzado de Art Lab con diadema dorada y un bouquet total pink de rosas y peonías de La Tienda Rústica. Gonzalo, un gentleman de altura, vestía chaqué de Brioni bien acompañado de unas invitadas con tocados Mimoki de infarto.
A destacar del banquete la decoración de las mesas, fina y elegante, con una composición floral de botellas y flores junto a rama de olivo en la minuta del plato ¡menos es más!
Pero sin duda alguna, lo que nos ha acabado de enamorar de esta boda, es la inconfundible fotografía de Bikine Birdie acompañada de Paula G. Furio, quiénes consiguieron dotar de sentimiento y color todas y cada una de las imágenes de ese día haciéndonos sumergir completamente en él. ¡Esperamos que os guste!
Y a vosotros,